Esta situación generó una duda considerable sobre si el técnico Efraín Juárez podría contar con él.

La posible ausencia de Navas representaba un riesgo mayúsculo para el equipo, ya que desde su llegada se ha consolidado como una pieza fundamental, aportando seguridad y siendo clave para que Pumas alcanzara el Play-In. Los artículos señalan que, de no haber podido jugar, Juárez habría tenido que recurrir a porteros canteranos como Miguel Paul o Rodrigo Parra, quienes al inicio del torneo concedieron una cantidad considerable de goles. Aunque la regla de la FIFA no conlleva un castigo directo y puede ser gestionada por los clubes, el riesgo físico para un jugador de 38 años era considerable, poniendo al club en una posición delicada.