Por un lado, un artículo informó que el delantero era “baja en la Selección Francesa” y que, por lo tanto, “no jugará el duelo ante Azerbaiyán”. Aunque no se especificaron las razones detrás de su ausencia, la noticia confirmaba que no participaría en dicho compromiso internacional.

Esta decisión pudo deberse a una medida de precaución para evitar agravar alguna molestia menor o simplemente para gestionar su tiempo de juego en una temporada cargada de partidos. Por otro lado, un informe enfocado en la actualidad del Real Madrid de cara a su próximo partido de liga contra el Elche, aseguró que “Kylian Mbappé estará disponible”. Esta afirmación sugiere que cualquier problema que le impidió jugar con Francia no era de gravedad y que el club contaba con él para su siguiente compromiso.

El manejo de la situación de Mbappé evidencia una práctica común en el fútbol de élite, donde la comunicación entre clubes y federaciones es clave para proteger la salud de los jugadores. A menudo, se opta por dar descanso a un futbolista en partidos internacionales de menor trascendencia para asegurar que esté en óptimas condiciones para los encuentros de su club, que son de mayor importancia para su empleador.