Esta situación ha generado un intenso debate, incluyendo señalamientos sobre un posible conflicto de intereses que involucra al entrenador y al guardameta. La controversia surge a raíz de la advertencia directa de Javier Aguirre, quien declaró que Ochoa debía encontrar un equipo, preferiblemente en Europa, y mantenerse en buena forma para ser considerado en las convocatorias rumbo al Mundial 2026. “Le comenté que tiene que jugar, si no tiene equipo y no está en forma no va a venir, eso lo garantizo”, afirmó el estratega.
Esta presión culminó con el fichaje del portero de 40 años en la liga chipriota, manteniendo viva su aspiración de disputar una sexta Copa del Mundo.
Sin embargo, la polémica se intensificó cuando se reveló que tanto Ochoa como Aguirre comparten al mismo representante, Jorge Berlanga.
Varios medios, citados en los artículos, calificaron esta coincidencia como un “conflicto asqueroso de intereses”, sugiriendo que el agente habría jugado un papel clave para cumplir con las exigencias del seleccionador y asegurar la permanencia de Ochoa en el fútbol europeo. La situación ha sido comentada por otras figuras del fútbol mexicano como Luis Ángel Malagón y Óscar “Conejo” Pérez, quienes reconocen la trayectoria de Ochoa pero coinciden en que su convocatoria dependerá de su nivel de juego y actividad.