Sin embargo, previo al crucial Clásico Nacional, el equipo recibió buenas noticias con la reincorporación de dos elementos importantes a los entrenamientos grupales. Antes del enfrentamiento contra el América, el técnico Gabriel Milito pudo contar nuevamente con el delantero Alan Pulido y el mediocampista Daniel Aguirre, quienes superaron sus respectivas lesiones y estuvieron disponibles para el partido.

Pulido había causado baja por molestias musculares desde la Jornada 6, mientras que Aguirre, titular indiscutible para Milito, se lesionó en ese mismo partido contra Tijuana. Su regreso fue un alivio para un equipo que, al finalizar el duelo previo contra Cruz Azul, tenía a cinco jugadores en la enfermería.

A pesar de estas recuperaciones, la situación sigue siendo crítica. La lista de lesionados ha incluido a Omar Govea, Richard Ledezma y José Castillo.

A ellos se suman las bajas de larga duración del lateral Alan Mozo, operado de meniscos, y Leonardo Sepúlveda, ambos prácticamente descartados para lo que resta del torneo.

La mala fortuna continuó en el Clásico, donde Roberto Alvarado, una de las figuras del equipo, tuvo que abandonar el campo por una lesión, agravando aún más la crisis en la plantilla rojiblanca.