La victoria por 2-1 ante el acérrimo rival, que llegaba invicto, fue descrita como un "milagro" y un potencial "trampolín" para el técnico y el equipo. Este resultado positivo se vio reforzado por las buenas noticias desde la enfermería, con el regreso a los entrenamientos de jugadores importantes como Alan Pulido y Daniel Aguirre, quienes se reincorporaron justo a tiempo para el Clásico, dándole a Milito más herramientas para revertir la situación del equipo.