América se presentaba como sublíder e invicto del torneo, mientras que Chivas arrastraba una crisis de resultados que lo ubicaba en la parte baja de la tabla y con una fuerte presión sobre su técnico, Gabriel Milito. A pesar de que las Águilas dominaron la posesión durante gran parte del partido, el Rebaño Sagrado demostró mayor contundencia. El marcador se abrió con un gol de Roberto Alvarado, quien capitalizó un error en la salida del rival. Sin embargo, la alegría se vio empañada cuando Alvarado tuvo que abandonar el campo en camilla por una lesión tras una disputa con Christian Borja.

El golpe definitivo para los visitantes llegó por conducto de Fernando ‘Hormiga’ González, quien con un zurdazo sentenció el Clásico. El gol de Alejandro Zendejas para el América en los minutos finales fue meramente anecdótico. Esta victoria fue crucial para Chivas, que además recuperó para este partido a jugadores importantes como Alan Pulido y Daniel Aguirre, quienes volvieron de sus respectivas lesiones.

El resultado confirma la máxima de que en los Clásicos los números y las estadísticas quedan de lado.