Este resultado no solo significó el fin del invicto de las Águilas, sino también un respiro anímico fundamental para un Rebaño que ha tenido un torneo irregular. A pesar de que el América dominó la posesión durante gran parte del encuentro, su falta de contundencia contrastó con la eficacia de Chivas. El equipo dirigido por Gabriel Milito, ubicado en la parte baja de la clasificación, supo esperar su momento y capitalizó sus oportunidades en la segunda mitad.

Los goles de Roberto 'Piojo' Alvarado y 'La Hormiga' González sellaron una victoria que revitaliza al conjunto tapatío. Sin embargo, el triunfo tuvo un costo, ya que Alvarado, una de sus figuras clave, tuvo que abandonar el campo en camilla tras sufrir una lesión, sumándose a la ya considerable lista de bajas del equipo. Para el América, esta derrota representa un duro golpe, no solo por perder su condición de invicto, sino por la forma en que se dio, justo antes de enfrentar al líder Monterrey. El gol tardío de Alejandro Zendejas para los de Coapa fue meramente anecdótico.

El partido reafirmó la intensidad y la imprevisibilidad del Clásico Nacional, demostrando que la garra y la estrategia pueden superar al favoritismo.