La discusión, avivada por fichajes como los de Sergio Ramos y Óliver Torres, presenta dos visiones contrastantes.
Por un lado, el campeón del mundo David Villa considera que la Liga MX “siempre ha sido atractiva” y que no ha cambiado su perspectiva, citando el “shock positivo” que representó la llegada de André-Pierre Gignac.
Sin embargo, su excompañero de selección, Fernando Morientes, ofreció una visión más crítica.
“Me da la sensación que los jugadores vienen a retirarse a un futbol extraño y vivir la experiencia”, comentó, sugiriendo que la liga necesita volverse “más competitiva y más serio” para atraer a jugadores en plenitud.
Desde una perspectiva directiva, el expresidente de Querétaro, Arturo Villanueva, explicó la lógica económica detrás de estas contrataciones.
Señaló que los mercados sudamericanos se han encarecido mucho para los clubes mexicanos, por lo que buscar jugadores libres en Europa resulta un “buen negocio”. Según Villanueva, “te acaba saliendo igual o más barato que ir a Sudamérica” porque la inversión se concentra en el salario y no en un costo de transferencia, haciendo viables fichajes que de otra manera serían imposibles para la economía de la liga.