Este resultado fue un bálsamo para un equipo que había recibido críticas por su rendimiento reciente.

Posteriormente, en su visita a La Corregidora, Tigres derrotó 2-0 a los Gallos Blancos de Querétaro. A pesar de no mostrar un dominio abrumador, fueron efectivos y aprovecharon la ventaja de jugar con un hombre más durante más de medio tiempo. Los goles fueron obra de Juan Brunetta y Marcelo Flores.

Con estas dos victorias, el equipo felino no solo sumó seis puntos vitales, sino que también mantuvo su portería en cero en ambos encuentros, mostrando una mejoría defensiva. Estos resultados les permitieron escalar posiciones en la tabla general, ubicándose primero en el quinto lugar y luego ascendiendo al tercero, metiendo presión en la lucha por el liderato y asegurando su lugar en la zona de clasificación directa.