Según reportes, el insulto que le costó la salida fue “Ching*en a su madre todos”, lo que podría acarrearle una sanción de dos a tres partidos.

Tras la expulsión, el equipo felino se desmoronó anímicamente.

El auxiliar técnico de Pumas, Lucho, expresó su frustración en conferencia de prensa, sugiriendo un sesgo en las decisiones arbitrales: “condiciona muchísimo el arbitraje, es un partido intenso, todos los clásicos son así... no sé si hay una tendencia contra nosotros”.

En la segunda mitad, América fue una aplanadora.

El empate llegó con un autogol de Álvaro Angulo tras un centro de Allan Saint-Maximin. Posteriormente, la 'Pantera' Zúñiga le dio la vuelta al marcador, y Alejandro Zendejas selló la goleada con un doblete, incluyendo un gol de vaselina y otro de penal. La abultada derrota dejó en evidencia las carencias de Pumas y consolidó al América como un equipo con la capacidad de sobreponerse y dominar a sus rivales históricos, confirmando que la diferencia entre ambos planteles quedó demostrada en el campo.