“Yo jugué el Mundial del 86 y la gente era igual. Si a la gente ve algo que no le gusta te lo hace sentir”, explicó, asegurando que la única manera de responder es con resultados.

Aguirre defendió su estrategia de enfrentar a rivales de alto calibre como Japón, Corea, Colombia y Ecuador, en lugar de buscar victorias fáciles.

“Yo puedo inflar los resultados con rivales a modo, y yo desde el primer minuto dije que no”, aseveró.

Sin embargo, el contundente marcador ante Colombia fue descrito por el propio Aguirre como un golpe de realidad.

“Esta es nuestra realidad hoy.

Son equipos de los mejores del mundo, estamos ahí, duele mucho porque es un marcador abultado y es una lección”, admitió, asumiendo la culpa principal.

Figuras como Andrés Guardado calificaron el proceso como "complicado", mientras que Álex Aguinaga atribuyó el bajo nivel a la escasez de talento local por el exceso de extranjeros en la Liga MX.

Los jugadores también mostraron autocrítica; Santiago Giménez pidió ser "autocríticos primeramente al jugador individualmente y también en lo colectivo", y Orbelín Pineda advirtió: “en un Mundial no podemos tener este error bien marcado”.