El equipo de Gabriel Milito recibió la buena noticia del regreso a los entrenamientos de Roberto "Piojo" Alvarado, una pieza clave para afrontar los cinco partidos restantes. Tras un inicio de torneo irregular que lo llevó a los últimos lugares de la tabla, Chivas ha resurgido bajo el mando de Gabriel Milito. El punto de inflexión fue la victoria en el Clásico Nacional contra América, a partir de la cual el equipo encadenó triunfos sobre Necaxa, Puebla y Pumas, escalando hasta la novena posición con 17 unidades y colocándose a solo tres puntos de la zona de clasificación directa a la Liguilla.

El propio Milito calificó los partidos restantes como "finales".

La confianza en el Rebaño se ve reforzada por el regreso de Roberto Alvarado, quien volvió a entrenar al parejo del grupo tras superar un esguince de tobillo sufrido precisamente en el Clásico Nacional de liga en septiembre.

Su ausencia fue sensible, ya que se perdió cinco partidos. Aunque su participación en el amistoso contra América en Arizona fue descartada para no arriesgarlo, se espera que esté disponible para la reanudación de la Liga MX. El calendario de Chivas presenta una oportunidad clave: sus próximos tres rivales (Mazatlán, Querétaro y Atlas) se ubican por debajo en la clasificación, lo que en el papel les da el favoritismo. Sin embargo, el cierre será complejo, ya que enfrentarán a Pachuca de visita y a Monterrey en casa, dos equipos de la parte alta de la tabla. Con un máximo de 32 puntos alcanzables, el Guadalajara depende de sí mismo para asegurar su boleto a la fiesta grande sin pasar por el Play-In.