El técnico Javier Aguirre celebró el hecho, afirmando que “Germán es una buena opción, estoy tranquilo en esa posición.

Hoy hace gol Berterame (...) es mexicano y hay que aprovecharlo”.

Al mismo tiempo, otro naturalizado, Julián Quiñones, expresó su sentir sobre su rol en el equipo, enviando un mensaje al técnico: “Me faltan minutos (...) a veces me hace falta confianza, entonces hay que seguir trabajando para ganarse la confianza y entrar al campo”.

Esta dependencia de jugadores no nacidos en México alimenta las críticas sobre el desarrollo del talento local. El histórico Álex Aguinaga fue contundente al analizar el mal momento de la selección: “Ante tantos extranjeros, la materia prima es corta, el Vasco no tiene tanto de dónde escoger”. Esta percepción es compartida por la prensa extranjera; periodistas ecuatorianos calificaron al futbolista mexicano de “conformista” por preferir los buenos salarios de la Liga MX en lugar de emigrar a Europa, lo que, según ellos, ha provocado un descenso en el nivel competitivo del Tri. El debate refleja una encrucijada para el fútbol mexicano: apostar por la inmediatez de los naturalizados o reformar la estructura para potenciar a los jóvenes.