La situación del equipo universitario tocó fondo tras caer 3-4 en casa ante Atlas, un rival directo, con un gol recibido en el último minuto. Esta derrota dejó al descubierto la fragilidad del equipo y la frustración de su cuerpo técnico. En la conferencia de prensa posterior al partido, un visiblemente afectado Marcelo Frigerio expresó su sentir: “Estoy avergonzado, tengo vergüenza en este momento y desde hace tiempo porque es frustrante y decepcionante”.

El estratega brasileño atribuyó la mala racha a una combinación de factores, incluyendo el agotamiento físico y mental del plantel, una falta de madurez para manejar la presión de los malos resultados, y una plaga de lesiones que ha mermado al equipo, afectando a jugadoras clave como la capitana Mónica Alvarado. La tensión escaló cuando Frigerio fue cuestionado sobre los rumores de su posible destitución, momento en el que arremetió contra las críticas. “Las redes sociales son una basura y hay mucha gente ahí que no tiene un título de periodista, sólo hablan cosas sin tener información correcta”, declaró, asegurando que cuenta con el “total apoyo” de la directiva. A pesar del panorama desolador, el técnico no pierde la fe y afirmó que “a pesar de todo lo que está pasando todavía tenemos chance” de clasificar.