Sin embargo, la reacción de La Máquina fue inmediata. Menos de dos minutos después, un error similar de Kevin Álvarez en la salida americanista fue capitalizado por Gabriel 'Toro' Fernández, quien con oportunismo empató el partido 1-1. El segundo tiempo mantuvo la tónica de un duelo disputado, pero fue un cambio del técnico Nicolás Larcamón lo que definió el rumbo. El ingreso del capitán Ignacio Rivero, quien había iniciado en la banca por una decisión técnica, fue determinante. A los pocos minutos de entrar, Rivero recibió un centro de Carlos Rotondi dentro del área, se dio media vuelta y con una definición de alta calidad colocó el balón en el ángulo para marcar el 2-1 definitivo. Este gol no solo significó tres puntos vitales, sino también el orgullo de vencer al acérrimo rival y la consolidación de un récord histórico: 23 partidos consecutivos sin perder en el Olímpico Universitario, superando una marca que Pumas mantenía desde hace más de cuatro décadas.

La victoria reafirma el buen momento del equipo celeste y lo posiciona como un serio contendiente al título.