La balanza se inclinó a favor de los celestes tras la expulsión de Óliver Torres de Rayados por una entrada desmedida, sancionada con la ayuda del VAR. A pesar de la ventaja numérica, a Cruz Azul le costó generar peligro hasta que el defensa Jesús Orozco Chiquete sorprendió con un disparo de media distancia que se convirtió en su primer gol como cementero.

En los minutos finales, Ángel Sepúlveda sentenció el marcador 2-0.

Con este triunfo, el equipo dirigido por Nicolás Larcamón no solo sumó tres puntos vitales, sino que también alcanzó una racha de 24 partidos sin perder en CU, superando un récord histórico de Pumas de 22 encuentros invictos como local entre 1978 y 1980. Esta seguidilla de 19 victorias y 5 empates ha transformado el recinto universitario en un verdadero bastión para La Máquina, un sentimiento compartido por su afición.

“La localía de este estadio le sentó bien a Cruz Azul.

Han superado a Pumas”, afirmó un seguidor.

Este éxito contrasta fuertemente con el desempeño del propio Pumas en su estadio, lo que ha generado molestia entre la afición auriazul al ver cómo su 'inquilino' aprovecha la localía de mejor manera.