Además, otras dos personas resultaron heridas.

Este incidente elevó la tensión en una rivalidad ya considerada de alto riesgo por la Liga MX. Grupos de animación de Chivas, como 'La Irreverente', negaron en redes sociales que el conflicto hubiera sido entre miembros de su misma barra. Ante estos hechos y los antecedentes de violencia en clásicos anteriores, se implementó un operativo de seguridad sin precedentes para el partido en el Estadio Akron. El dispositivo incluyó más de 1,400 elementos de seguridad, la instalación de un sistema de videovigilancia C5 para monitoreo en tiempo real y la detención de un individuo que intentaba ingresar al estadio con un arma blanca y gas pimienta. El técnico de Chivas, Gabriel Milito, lamentó profundamente los hechos, afirmando que “no tiene nada que ver eso con el deporte, con el futbol y repudiamos lo que sucedió”.