Tras el partido, el técnico admitió la situación incierta del equipo: “Nos alcanzará o no, ya lo veremos al final del torneo para ver a qué nos alcanza”.

La crisis goleadora es uno de los principales problemas, agudizada desde la salida de Juan Ignacio Dinenno y ahora con la lesión de Guillermo Martínez.

Además, el equipo ha sido afectado por una 'maldición' desde el punto penal, fallando penas máximas cruciales en partidos recientes, como la errada por Nathan Silva ante León que les costó dos puntos. La afición ha mostrado su descontento con abucheos y el grito de “que se vayan todos” en el Olímpico Universitario. Con un calendario complicado por delante, Pumas no solo necesita ganar sus partidos restantes, sino que también depende de una combinación de resultados para aspirar a la postemporada, un panorama desolador para uno de los cuatro grandes del futbol mexicano.