Su partida deja un vacío inmenso, pero también un legado táctico y una vitrina de títulos que definieron una era.

Conocido como 'Manolo', Lapuente fue el arquitecto de equipos memorables y el creador de una filosofía de juego pragmática y efectiva conocida como el “Lapuentismo”. Esta escuela, que priorizaba el orden defensivo, el equilibrio táctico y la contundencia ofensiva, se convirtió en una de las dos grandes corrientes de pensamiento en el fútbol mexicano, en constante debate con el “Lavolpismo” de Ricardo La Volpe.

Su célebre frase, “si quieren espectáculo, vayan al circo”, encapsulaba su enfoque en los resultados por encima del juego vistoso.

Su legado más recordado con la Selección Mexicana fue la conquista de la Copa Confederaciones de 1999, el único título oficial de la FIFA para el Tri a nivel mayor, logrado en una final épica contra Brasil en el Estadio Azteca. Además, dirigió al equipo en el Mundial de Francia 1998, alcanzando los octavos de final. A nivel de clubes, su palmarés es igualmente impresionante, con cinco títulos de liga: dos con el Puebla (1982-83 y 1989-90), un bicampeonato con el Necaxa de los 90 (1994-95 y 1995-96) y un campeonato con el América en el Verano 2002. Figuras que estuvieron bajo su mando, como Ricardo Peláez, quien entre lágrimas lo describió para ESTO como “el mejor técnico de la historia”, y Jorge Campos, quien le agradeció la confianza para jugar el Mundial de 1998 tras una lesión, han expresado su profundo pesar, destacando su maestría y su carácter frontal.