Manuel Lapuente, quien murió a los 81 años, es recordado como uno de los estrategas más exitosos y revolucionarios de México.

Su mayor logro fue la conquista de la Copa Confederaciones de 1999 con la Selección Mexicana, el único título oficial de la FIFA para el Tri a nivel mayor, tras una memorable final contra Brasil en el Estadio Azteca. Además, dirigió al equipo en el Mundial de Francia 1998, alcanzando los octavos de final. Su palmarés en clubes es igualmente impresionante, con cinco títulos de liga: dos con Puebla, un bicampeonato histórico con el Necaxa de los 90 y uno más con el América en el Verano 2002. Su filosofía, conocida como 'Lapuentismo', priorizaba el orden defensivo, el equilibrio táctico y la eficacia ofensiva, un estilo pragmático que rivalizó con el 'Lavolpismo' y que se resumía en su célebre frase: “si quieren espectáculo, vayan al circo”.

Figuras del fútbol mexicano expresaron su dolor y admiración.

Ricardo Peláez, goleador histórico del Necaxa bajo su mando, lo llamó entre lágrimas “el mejor técnico de la historia”. Jorge Campos recordó con gratitud la confianza que Lapuente le brindó en el Mundial del 98 a pesar de una lesión, mientras que Miguel Herrera destacó que “dejó un legado muy importante” al formar una escuela de técnicos como José Manuel 'Chepo' de la Torre y Luis Fernando Tena. Su carácter frontal también fue un sello, criticando abiertamente el llamado de naturalizados y la contratación de técnicos extranjeros para la selección, reafirmando su defensa del talento nacional.