La fortaleza de la Máquina no solo se refleja en su posición en la tabla, sino también en su impresionante desempeño contra los rivales directos de la parte alta, demostrando una jerarquía que lo distingue del resto.

El equipo cementero ha exhibido una notable consistencia, culminada con una contundente victoria 3-0 sobre Puebla que le permitió dormir como líder del torneo. El propio Larcamón ha declarado que la ambición del equipo es "alcanzar lo más alto" e "ir por todo". La estadística más reveladora de su dominio es su efectividad del 86% en enfrentamientos directos contra los otros equipos del top 6 (Toluca, Tigres, América, Monterrey y Chivas), de los cuales ha obtenido 13 de 15 puntos posibles, con cuatro victorias y un empate. Este récord subraya su capacidad para imponerse en los partidos clave.

El cierre de la fase regular presenta un último desafío de alta tensión: enfrentarán a Pumas en la jornada 17, un partido crucial para las aspiraciones de ambos. Curiosamente, debido a una cláusula en el contrato de arrendamiento del Estadio Olímpico Universitario, Cruz Azul no puede ser local contra Pumas en dicho recinto, por lo que el partido se disputará en el Estadio Cuauhtémoc de Puebla, añadiendo un factor neutral a un duelo ya de por sí decisivo.