La edición 141 del clásico norteño tuvo implicaciones directas en la cima de la tabla. Tigres llegó con la oportunidad de convertirse en líder tras el empate de Toluca, pero no pudo imponerse. El partido se calentó a la media hora de juego, cuando Jorge 'Corcho' Rodríguez, de Rayados, recibió una tarjeta roja directa por una entrada sobre Ángel Correa. La paridad numérica se restableció al final del primer tiempo, cuando Jesús Ángulo de Tigres también fue expulsado por derribar a Germán Berterame dentro del área, jugada que además resultó en un penal.

Sergio Canales fue el encargado de convertir la pena máxima para adelantar a Monterrey. En el complemento, el ingreso de André-Pierre Gignac revitalizó a Tigres, y fue una combinación entre argentinos la que selló el empate: Ángel Correa asistió a Juan Brunetta para el 1-1 definitivo. Previo al encuentro, el técnico de Tigres, Guido Pizarro, había calificado el partido como "el más importante del torneo regular", en contraste con la visión de su homólogo de Rayados, Domènec Torrent, quien lo consideró "un partido más".

El arbitraje estuvo a cargo del experimentado silbante César Ramos Palazuelos.