La celebración fue interrumpida abruptamente cuando supuestos aficionados del Toluca llegaron en camiones y agredieron a los presentes.

Los videos difundidos en redes sociales muestran escenas de caos, con golpes, empujones y el lanzamiento de objetos. La riña obligó al cierre de la vialidad y dejó un saldo de daños materiales en algunos vehículos.

Este acto de violencia fue ampliamente condenado.

Aficionados del Toluca entrevistados al día siguiente reprobaron los hechos, calificándolos como inmorales y perjudiciales para la imagen de la afición. "La violencia siempre va a ser reprobable para cualquiera de los dos bandos", comentó un seguidor escarlata, mientras otro señaló la falta de seguridad para prevenir el percance. El incidente ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de la violencia entre barras en el fútbol mexicano, ensombreciendo un partido que debía ser una fiesta deportiva.