La medida se tomó tras la derrota en la última jornada ante Santos Laguna, la cual relegó a los Tuzos a la novena posición.

El presidente de Grupo Pachuca, Jesús Martínez Patiño, calificó la resolución como “muy difícil”, pero justificó que “realmente no estaba caminando el proyecto”. Martínez asumió una responsabilidad compartida, al declarar: “La culpa no es nada más de Jaime, también es de nosotros y también de los jugadores, que son los que están adentro de la cancha”. La gestión de Lozano culminó con un récord de ocho victorias, cuatro empates y doce derrotas en 24 partidos, destacando eliminaciones tempranas en el Mundial de Clubes y la Leagues Cup. Este hecho es históricamente inusual, convirtiéndose Lozano en el segundo técnico en la historia de la liga en ser despedido tras clasificar a una fase final, aunque el caso anterior de Ricardo La Volpe en 2002 fue por su partida a la selección nacional, no por un despido. La decisión generó reacciones inmediatas, como la del jugador Javier “La Chofis” López, quien fue separado del plantel por Lozano y publicó un mensaje en redes sociales que sugería una mala relación interna: “Qué feliz estoy.

El tiempo no se equivoca”. Esta publicación alimentó las especulaciones sobre un vestidor fracturado, donde el técnico no contaba con el respaldo de figuras clave, lo que habría sido un factor determinante para que la directiva optara por un cambio de rumbo antes del crucial duelo de repechaje.