Este enfrentamiento no solo definirá al campeón del Apertura 2025, sino que también representa un choque de dinastías y un reflejo del creciente nivel competitivo del fútbol femenil en México.
El duelo está cargado de narrativas significativas.
Por un lado, Tigres, el equipo más ganador con seis títulos, busca romper una sequía de dos años sin levantar el trofeo, la más larga en su historia, y sumar su séptima estrella para consolidar su dominio. Las Amazonas, que terminaron como líderes generales, llegan a su undécima final con la presión de refrendar su estatus de favoritas, especialmente después de superar una semifinal reñida contra un sorpresivo Cruz Azul. Jugadoras como Greta Espinoza han manifestado la determinación del equipo: “Vamos a salir a pelearla como lo que es, es una final”. Por su parte, el técnico Pedro Martínez Losa destacó el orgullo de representar a la institución, afirmando que “somos el equipo más ganador de México, es la onceava final, creo que sabemos perfectamente cómo vivir estos momentos”. Del otro lado, el América llega en un momento de gran solidez bajo el mando del español Ángel Villacampa, disputando su sexta final con él al frente y la segunda de forma consecutiva. Tras la dolorosa derrota en la final pasada ante Pachuca, las Águilas buscan su tercer título de liga, un logro que confirmaría su proyecto y su constante presencia en las instancias definitorias.
La portera española Sandra Paños señaló la clave para el éxito: “ganaremos siempre y cuando seamos un equipo sin individualidades”. La final también destaca por la fuerte presencia española, con ambos técnicos y jugadoras clave como Jenni Hermoso (Tigres) e Irene Guerrero (América), ambas campeonas del mundo, enfrentándose por la gloria del fútbol mexicano.













