
El Gobierno de México, en colaboración con el Barcelona Supercomputing Center, iniciará en enero de 2026 las operaciones del Centro Mexicano de Supercómputo, mientras construye la que será la supercomputadora más grande de América Latina.
Este proyecto busca alcanzar la soberanía tecnológica y se enfocará inicialmente en áreas estratégicas como clima, aduanas, agricultura e inteligencia artificial.











