Apple ha lanzado iOS 26, su nueva versión del sistema operativo para iPhone, que representa el rediseño de interfaz más profundo en más de una década y una fuerte apuesta por la inteligencia artificial, aunque su despliegue ha estado acompañado de críticas por parte de los usuarios. La principal novedad visual de iOS 26 es el lenguaje de diseño "Liquid Glass", que introduce elementos translúcidos, bordes suavizados y efectos de profundidad en toda la interfaz, desde los íconos hasta el Centro de Control, buscando una apariencia más fluida y moderna.
Sin embargo, este cambio ha generado una recepción mixta, con algunos usuarios calificándolo de "horrendo" y "mareante".
La controversia más extendida ha sido el notable consumo de batería experimentado por muchos usuarios tras la actualización. Apple ha confirmado oficialmente este comportamiento en un documento de soporte, explicando que es temporal y se debe a procesos intensivos en segundo plano, como la reindexación de datos y el análisis de la fototeca, que se ejecutan durante las primeras 24 a 48 horas. Otro punto de debate es la fragmentación de funciones. Mientras que el rediseño estético llega a todos los iPhone compatibles desde el modelo 11, las características más avanzadas de Apple Intelligence, como la traducción en tiempo real en llamadas o el nuevo "Modo de energía adaptativo", son exclusivas para los iPhone 15 Pro y modelos posteriores debido a los requerimientos de su procesador neuronal.
En resumeniOS 26 marca un punto de inflexión para el software del iPhone con su audaz rediseño y la integración de IA. No obstante, su lanzamiento se ha visto empañado por problemas iniciales de rendimiento de la batería y una estrategia de exclusividad de funciones que subraya la creciente dependencia del hardware más reciente para acceder a la experiencia completa de Apple.