La nueva gama incluye cuatro dispositivos: Echo Dot Max, Echo Studio, Echo Show 8 y Echo Show 11.
Estos modelos incorporan nuevos chips de silicio diseñados a medida (AZ3 y AZ3 Pro) y la tecnología de sensores Omnisense, que integra hardware y software para detectar y reaccionar a lo que ocurre en el hogar. El objetivo, según Panos Panay, quien lidera los equipos de dispositivos, es pasar de productos meramente funcionales a objetos de deseo que inspiren. La principal novedad es la transición hacia Alexa+, una versión potenciada por modelos de lenguaje grandes que permite conversaciones naturales y automatizaciones complejas creadas por voz.
A diferencia de los comandos rígidos anteriores, el nuevo asistente puede entender contexto e intención.
Sin embargo, este futuro conversacional tendrá un costo de suscripción de entre 10 y 20 dólares mensuales.
La renovación también abarca otros productos como el Kindle Scribe a color y cámaras de seguridad Ring con reconocimiento facial. Este lanzamiento se produce en un contexto de urgencia compartida con Google, que anunció sus propias mejoras el mismo día, y subraya la necesidad de Amazon de rentabilizar a Alexa tras años de fuertes inversiones.













