La compañía había estado trabajando en una variante más ligera y económica del Vision Pro, con nombre clave N100 y prevista para 2027.

Sin embargo, personal de ese proyecto ha sido reasignado para enfocarse en el desarrollo de gafas inteligentes. La razón de este cambio es la percepción de que el Vision Pro, por su naturaleza inmersiva y aislante, es un producto de nicho, similar a un Mac. En contraste, las gafas inteligentes, al no aislar al usuario, tienen el potencial de convertirse en una plataforma de masas, como lo fue el iPhone. Apple estaría desarrollando al menos dos modelos: uno sin pantalla propia (N50), que se conectaría al iPhone y se presentaría en 2026 para un lanzamiento en 2027; y otro más avanzado con pantalla integrada para competir con las Ray-Ban Display de Meta, cuyo desarrollo se busca acelerar.

Estos dispositivos dependerán en gran medida de un Siri renovado y de la IA para la interacción por voz y el análisis visual del entorno. A pesar de esta pausa, Apple no abandona el Vision Pro de gama alta, ya que se espera una actualización con el chip M5 para este mismo mes de octubre.