A través del 'Proyecto Amethyst', ambas compañías colaboran en una nueva arquitectura que prioriza el procesamiento de inteligencia artificial a nivel de hardware para lograr un salto significativo en rendimiento gráfico y eficiencia. En una presentación conjunta, Mark Cerny, arquitecto principal de PlayStation, y Jack Huynh, vicepresidente de AMD, detallaron tres innovaciones clave que definirán la futura consola. La primera son los 'Neural Arrays', unidades de procesamiento especializadas en IA que funcionarán como un motor unificado para ejecutar tareas de aprendizaje automático de forma nativa. Su aplicación abarcará desde el reescalado inteligente de imagen, similar a las tecnologías PSSR de Sony y FSR de AMD, hasta la animación predictiva, prometiendo un "cambio de juego" en el renderizado. El segundo pilar son los 'Radiance Cores', núcleos de hardware dedicados exclusivamente al cálculo de iluminación avanzada como el trazado de rayos (ray tracing) en tiempo real, diseñados para liberar a la GPU de esta carga intensiva y mejorar la fluidez. Finalmente, se presentó el 'Universal Compression Engine', un sistema que unifica y optimiza la compresión de datos y texturas para mejorar el ancho de banda y reducir los tiempos de carga.

Cerny afirmó que estas tecnologías, aunque en fase inicial, son "bastante prometedoras" y está "entusiasmado por llevarlas a una futura consola en unos años". Este enfoque en la IA integrada en el silicio marca un cambio de mentalidad, pasando de la búsqueda de potencia bruta a una mayor eficiencia e inteligencia en el hardware.