Su presentación ha generado una intensa conversación y opiniones divididas, principalmente por su elevado precio, que oscila entre 149.95 y 229.95 dólares.

Inspirado en el concepto de “un trozo de tela” y la filosofía del diseñador Yoshiyuki Miyamae, el accesorio está fabricado en Japón con una técnica de tejido 3D sin costuras que minimiza el desperdicio.

Su diseño elástico y acanalado permite envolver cualquier modelo de iPhone y otros objetos pequeños, y al estirarse, deja entrever la pantalla. Molly Anderson, vicepresidenta de Diseño Industrial de Apple, señaló que ambas compañías “comparten una visión de diseño que celebra la artesanía, la simplicidad y el deleite”. Sin embargo, el público y la crítica no han tardado en reaccionar, comparándolo con los icónicos iPod Socks de 2004, que se vendían por 29 dólares el paquete de seis. Medios como The Verge lo han calificado como una versión “pretenciosa”, mientras que el youtuber Marques Brownlee tuiteó que el producto “se siente como una prueba de las personas que compran o defienden cualquier cosa que Apple lance”. Este accesorio solo estará disponible en tiendas seleccionadas de Apple en mercados clave como Estados Unidos, Japón y algunos países de Europa y Asia, reforzando su carácter exclusivo y su posicionamiento como un objeto de moda más que un simple protector.

Fuentes: No se mencionan los sitios web específicos en los artículos proporcionados.