El precio no será económico, con estimaciones que superan los 2,000 euros al cambio, y la producción inicial será limitada a entre 50,000 y 100,000 unidades.

Esta estrategia sugiere que Samsung concibe el Z TriFold más como una vitrina tecnológica que como un producto de ventas masivas, buscando evaluar el interés del mercado antes de una expansión mayor. Con este lanzamiento, Samsung no solo refuerza su liderazgo en el segmento de plegables, sino que también explora formatos más arriesgados para definir el futuro de los dispositivos móviles.