Los vehículos de Zoox presentan un diseño distintivo, similar a un carruaje o góndola, sin volante ni pedales, con asientos enfrentados para cuatro pasajeros.
Están construidos desde cero para ser completamente autónomos, a diferencia de otros servicios que adaptan vehículos existentes.
El servicio inicial en San Francisco se limitará a una pequeña zona que incluye los barrios de South of Market, Mission y Design, con planes de expandirse gradualmente a toda la ciudad el próximo año.
Este lanzamiento se suma a las operaciones que la compañía ya realiza en Las Vegas desde septiembre.
Aún en fase de pruebas, Zoox no cobra por los viajes, un paso previo a obtener la aprobación regulatoria para un servicio comercial, autorización que su competidor Waymo ya posee. Amazon, que adquirió Zoox en 2020 por 1,200 millones de dólares, está invirtiendo fuertemente en esta tecnología y ha convertido una antigua fábrica en Hayward, California, en una planta de alta tecnología con capacidad para producir hasta 10,000 robotaxis anualmente. La estrategia de ofrecer viajes gratuitos busca familiarizar al público con la tecnología, generar confianza y recopilar datos valiosos para perfeccionar sus algoritmos en un entorno urbano complejo.








