Según Roberto Gottfried, cofundador de Megaflux, el 70% de la fabricación de Taruk es nacional; DINA produce la carrocería y el chasis, mientras que Megaflux se encarga del motor, importando únicamente las celdas de litio y la electrónica de potencia. La capacidad de producción actual se estima entre 3,000 y 4,000 unidades al año.

La primera versión del Taruk ya ha circulado en 12 ciudades mexicanas, incluyendo una ruta en la Ciudad de México.

El primer despliegue a gran escala se realizará en Ensenada, donde se implementarán 80 unidades iniciales, con planes de llegar a 345. Este proyecto se alinea con la estrategia del gobierno federal de incorporar 3,000 autobuses eléctricos al transporte público en los próximos años.