Esta agresiva estrategia de precios llega en un momento en que Nissan enfrenta una crisis financiera global que la ha obligado a reestructurarse.

El CEO Ivan Espinosa ha fijado el objetivo de acelerar el desarrollo de nuevos modelos para competir más eficazmente contra Tesla y el fabricante chino BYD. Además de los precios, Nissan está transformando su cadena de suministro con inteligencia artificial para reducir los tiempos de espera en pedidos de refacciones de 7.1 a 5.5 días en promedio, atacando un punto débil comúnmente asociado con las marcas chinas. Esta mejora logística, centrada en sus operaciones de Aguascalientes y Brasil, busca ofrecer una mayor satisfacción de servicio y fiabilidad postventa.