El proyecto abarca un tramo de 111 kilómetros entre Saltillo, Coahuila, y Santa Catarina, Nuevo León. El inicio de la obra está programado para el 30 de septiembre, con un plazo de ejecución de 960 días. Este proyecto es considerado una de las obras de infraestructura más relevantes para el norte del país, ya que busca reforzar la conectividad ferroviaria, impactando tanto la movilidad de pasajeros como los corredores logísticos hacia la frontera con Estados Unidos. La adjudicación refuerza la estrategia de diversificación de Grupo Carso, que recientemente también obtuvo una concesión por 30 años para explotar recursos geotérmicos en Guanajuato. La experiencia de Cicsa y FCC en proyectos de gran escala fue un factor determinante en la decisión de la ARTF, que solo declaró como solventes las ofertas de este consorcio y la de ICA.