El impacto fue inmediato en la bolsa de Mumbai, donde el índice Nifty IT cayó casi un 3%.

Acciones de compañías líderes como Infosys, Wipro, Tata Consultancy Services (TCS) y HCLTech registraron caídas de entre 2% y 3%. Esto se debe a que más del 70% de los beneficiarios de visas H-1B son ciudadanos de la India, y el sector tecnológico indio, que factura 283 mil millones de dólares anuales, depende en un 57% de clientes estadounidenses.

La Casa Blanca aclaró que la tarifa solo aplicará a nuevas solicitudes a partir del próximo ciclo en febrero y no a renovaciones o a quienes ya poseen la visa. Aun así, la medida ha obligado a las empresas a reevaluar sus modelos operativos, considerando estrategias como el incremento del trabajo remoto desde la India y la contratación de personal local en EE.

UU. para mitigar el impacto financiero.

Abogados de importantes compañías estadounidenses han manifestado que sus clientes esperan más aclaraciones y no descartan presentar recursos legales, argumentando que una tarifa de esta magnitud excede el poder regulatorio del ejecutivo.

Garry Tan, director ejecutivo de Y Combinator, calificó la decisión como un “enorme regalo para todos los centros tecnológicos extranjeros” que “destruye a las startups”.