Estafeta, con una participación de mercado del 24%, y UPS, con un 18%, habrían consolidado una presencia del 42%.

La operación incluso había recibido el visto bueno de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en mayo de 2025. En su momento, la presidenta de UPS, Carol Tomé, había destacado que la combinación del tamaño de UPS con la red de Estafeta era la mejor manera de capitalizar el creciente papel de México en el comercio mundial. Tras la cancelación, Estafeta, una empresa con 46 años de historia, reafirmó en un comunicado que continuará sus operaciones de manera independiente “con la misma solidez, calidad y confiabilidad”. Por su parte, UPS informó a la Security Exchange Commission (SEC) en Estados Unidos sobre la terminación de los planes, aunque no proporcionó detalles específicos sobre las condiciones que no pudieron cumplirse. La firma mexicana aseguró que mantendrá su compromiso con la inversión, la generación de empleo y el desarrollo en el país.