La medida ha generado incertidumbre y confusión en México, un socio clave del T-MEC, cuyo gobierno ya busca un "trato preferencial".

Los aranceles, comunicados a través de la red social Truth Social, afectarán de manera significativa a México, que en 2024 representó el 62.7% del total de las importaciones estadounidenses de camiones medianos y pesados. El gravamen del 100% a los medicamentos de marca o patentados aplicará a empresas que no estén construyendo activamente plantas en territorio estadounidense.

Adicionalmente, se impondrán aranceles del 50% a gabinetes de cocina y del 30% a muebles tapizados. La noticia provocó una reacción inmediata del gobierno mexicano; el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, declaró estar en comunicación con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) para entender cómo se aplicarán las medidas y si los socios del T-MEC, como México y Canadá, quedarán exentos. Ebrard expresó que el gobierno mexicano está “en contra porque tienen muchos efectos negativos, para nosotros, para otros países y para ellos mismos”.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos también instó a no imponer estas tarifas, argumentando que las principales fuentes de importación son aliados cercanos que no representan una amenaza a la seguridad nacional, justificación usada por Trump para aplicar los aranceles.