Un juez capitalino, Miguel Ángel Robles, le otorgó medidas cautelares que le permitieron suspender los pagos.

Ante esta situación, los acreedores, representados por The Bank of New York Mellon, demandaron a la televisora en Estados Unidos.

El juez Paul G. Gardephe determinó que las acciones legales en México constituyen una violación a la cláusula de jurisdicción y fueron presentadas para “entorpecer o bloquear de manera maliciosa los intentos de los acreedores para recuperar su dinero”. La orden judicial exige el retiro inmediato de los litigios en México, advirtiendo que el incumplimiento derivará en sanciones por desacato. Este caso ha escalado al ámbito político; la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que el asunto forma parte de un arbitraje internacional donde se pide la intervención del Estado mexicano, y afirmó que “si hay una deuda, pues tiene que pagarse”. La mandataria también propuso que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México revise la actuación del juez que favoreció a la televisora.