La reacción del mercado evidencia un profundo escepticismo sobre la operación.

Analistas de firmas como Valmex y Kapital Bank señalaron que la adquisición afectaría negativamente las finanzas del conglomerado, duplicando su deuda a casi 19 mil millones de dólares. Además, criticaron la falta de sinergias evidentes, ya que la compra representa una diversificación hacia un sector completamente diferente a sus negocios principales de minería y transporte. Álvaro Vertiz, analista de DGA Group, comentó que al mercado "no gustó la diversificación más allá de la minería y el transporte, aparte de que hay un riesgo claro de que no vuelvan a pasar las aprobaciones regulatorias, como sucedió hace un par de años". El impacto no se limitó a Grupo México; su caída arrastró al principal indicador de la bolsa, el S&P/BMV IPC, que registró una pérdida del 2.55%, su mayor caída diaria desde el 4 de abril.