No obstante, el sindicato expresó su confianza en que Aeroméxico buscará expandirse hacia mercados alternativos en Centro y Sudamérica, Europa y Asia, una estrategia de diversificación que la aerolínea ya ha comenzado a implementar en el último año con destinos como Panamá y Cartagena. José Suárez, secretario de prensa de ASPA, mencionó que se podría ver "una probable disminución de frecuencias y en algunas rutas entre ciudades secundarias de Estados Unidos", pero que al mismo tiempo se podría observar un aumento en otros mercados. El especialista del sector aéreo, Carlos Torres, coincidió en que Aeroméxico podría dejar de volar rutas no rentables, lo que impactaría su flota y tripulaciones, aunque no necesariamente significaría una pérdida de empleos. Según Torres, podría haber una reducción en las horas de vuelo de los pilotos, y estimó que el ajuste de la aerolínea durará entre 12 y 18 meses. Ambas aerolíneas buscarán minimizar las afectaciones y se espera que compitan fuertemente para conservar su cuota de mercado frente a otras aerolíneas estadounidenses.