La medida se relaciona con la adquisición de la firma israelí Autotalks, especializada en chips para la comunicación entre vehículos (V2X), una operación que, según Pekín, no fue declarada correctamente y podría infringir las leyes de competencia del país. La Administración Estatal para la Regulación del Mercado de China anunció la investigación en un contexto de crecientes tensiones tecnológicas y comerciales con Estados Unidos. Qualcomm, que genera casi la mitad de sus ventas globales en China y Hong Kong, se encuentra en una posición vulnerable ante el escrutinio de los reguladores chinos. La adquisición de Autotalks, completada en junio, también ha generado preocupación en la Unión Europea, que está evaluando si la fusión de dos de los principales proveedores de semiconductores V2X podría concentrar demasiado poder en el mercado. La acción de China se suma a una serie de medidas para reforzar su autosuficiencia tecnológica y responder a las restricciones de exportación impuestas por Washington. Recientemente, Pekín ha presionado a sus empresas tecnológicas para que dejen de comprar procesadores de IA de Nvidia y ha intensificado los controles aduaneros sobre la importación de chips avanzados, además de restringir la exportación de tierras raras.