A cambio de una tasa impositiva menor para productos "light" o "zero", las empresas se comprometieron a reducir significativamente el contenido de azúcar en sus productos. La negociación surgió en el contexto de la aprobación del Paquete Económico 2026, que proponía un aumento del IEPS a bebidas saborizadas de 1.64 a 3.08 pesos por litro, aplicando la misma tasa a las versiones con edulcorantes no calóricos. Tras el diálogo, se acordó un esquema diferenciado: la tasa de 3.08 pesos se mantendrá para las bebidas con azúcar, pero las versiones "light" o "zero" pagarán una cuota reducida de 1.5 pesos por litro. A cambio, la Industria Mexicana de Coca-Cola, que incluye a embotelladoras como FEMSA y Arca Continental, se comprometió a reducir en un 30% las calorías de sus refrescos de manera escalonada en un año. Además, el acuerdo incluye hacer más accesibles las versiones sin azúcar, con un precio menor al de sus contrapartes calóricas, y eliminar la publicidad dirigida a menores de 16 años. La presidenta Claudia Sheinbaum y el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, defendieron la medida, afirmando que "el objetivo no es recaudar, sino sencillamente que se consuma menos bebida azucarada" y mejorar la salud pública.