Nestlé, la mayor empresa de alimentos del mundo, anunció una reestructuración global que implicará la eliminación de 16,000 puestos de trabajo, equivalentes al 5.8% de su plantilla total. La medida busca generar ahorros por 3,770 millones de dólares hacia 2027 y recuperar la confianza de los inversionistas tras un período de bajo crecimiento y agitación en su cúpula directiva. El nuevo director ejecutivo, Philipp Navratil, explicó que los recortes se concentrarán principalmente en 12,000 puestos administrativos durante los próximos dos años, además de otros 4,000 en áreas de manufactura y cadena de suministro.
"El mundo está cambiando y Nestlé necesita cambiar más deprisa", declaró Navratil al presentar el plan.
Esta decisión llega después de un relevo directivo sin precedentes, que incluyó la destitución de su anterior CEO, Laurent Freixe, y la renuncia del presidente Paul Bulcke, dando paso a Pablo Isla, expresidente de Inditex. La reestructuración se produce en un contexto económico complejo para el sector, afectado por altos costos logísticos, inflación y aranceles de importación en Estados Unidos. A pesar de los despidos, el mercado reaccionó con optimismo y las acciones de Nestlé repuntaron ligeramente, interpretando el plan como un paso firme hacia la eficiencia operativa y la estabilidad financiera.
En resumenEl recorte masivo de empleos en Nestlé es una respuesta drástica a las presiones del mercado y a una crisis de liderazgo interna. La nueva dirección, encabezada por Philipp Navratil, apuesta por una mayor eficiencia y un enfoque en sus líneas más rentables para estabilizar la compañía y recuperar la confianza de los inversionistas. Aunque la medida tiene un alto costo humano, es vista por el mercado como un paso necesario para asegurar la competitividad de la multinacional a largo plazo.