enfrenta un panorama complejo al anunciar una previsión de pérdida operativa de 275 mil millones de yenes (1,800 millones de dólares) para su año fiscal 2025-2026. Simultáneamente, la planta de la armadora en Aguascalientes se vio obligada a detener sus líneas de producción debido a los bloqueos carreteros de agricultores, evidenciando la doble presión de factores externos e internos sobre sus operaciones. La automotriz japonesa revisó a la baja su proyección de ingresos para el periodo 2025-2026, de 12.5 a 11.7 billones de yenes, citando un entorno económico adverso, la caída en la demanda global de vehículos y los efectos de aranceles internacionales y volatilidad cambiaria. El director financiero, Jérémie Papin, declaró que, aunque los resultados del primer semestre fueron mejores de lo esperado, prevén que “el entorno competitivo seguirá siendo difícil en la segunda mitad del año”. Tras el anuncio, las acciones de la compañía cayeron cerca de un 8% en la bolsa de Japón.
A esta situación financiera se sumó un problema logístico en México.
Verenisse Ruiz Sánchez, secretaria general de la CATEM en Aguascalientes, informó que la planta de Nissan detuvo su producción desde la tarde del martes 28 de octubre, afectando a más de 6,300 trabajadores. La causa fue la interrupción en la entrega de insumos y autopartes, consecuencia de los bloqueos carreteros de agricultores en diversas partes del país. El paro técnico, que se absorbió como días de vacaciones para no afectar el salario completo de los trabajadores, representó una pérdida estimada de más de 100 unidades no producidas en 24 horas.








