Además de la identificación para operaciones en efectivo, la ABM recomendó que, a partir de junio de 2027, las transferencias internacionales se realicen exclusivamente entre cuentahabientes para asegurar una mayor trazabilidad de los fondos. Este anuncio se produce en un contexto en el que algunas entidades financieras mexicanas han sido señaladas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por su presunta participación en redes de lavado de dinero, lo que ha incrementado la presión sobre el sector para reforzar sus controles.