La decisión, que se gestó desde 2019, busca enfocar los recursos e inversiones en sus cuatro mercados principales: España, Reino Unido, Alemania y Brasil, este último siendo el único en Latinoamérica donde mantendrán presencia. La medida se produce en un contexto financiero adverso para la compañía, que reportó pérdidas de 1,080 millones de euros en los primeros nueve meses de 2025 y una caída del 11.3% en los ingresos de su unidad de Hispanoamérica. Para los más de 23 millones de clientes de Movistar en México, la empresa ha asegurado que el servicio continuará operando con normalidad hasta que se concrete la venta de la filial. Se espera una transición gradual hacia el nuevo operador, en la que los usuarios podrán conservar su número y chip. Aunque no hay un comprador oficializado, reportes indican que Telefónica mantiene negociaciones avanzadas con Beyond ONE, propietaria de Virgin Mobile México, en una operación que podría superar los 500 millones de euros. Murtra enfatizó que la salida es una decisión de negocio y no política, buscando agilizar la rotación de su cartera para mejorar su flexibilidad financiera e invertir en tecnologías como la inteligencia artificial.