En un movimiento significativo hacia la desescalada de las tensiones comerciales, China anunció la suspensión por un año de las restricciones a la exportación de materiales estratégicos como las tierras raras, componentes para baterías de litio y minerales pesados. Esta decisión alivia la presión sobre las cadenas de suministro globales, especialmente en los sectores tecnológico y automotriz, que dependen críticamente de estos insumos. El Ministerio de Comercio y la Administración General de Aduanas de China confirmaron que la suspensión de los controles de exportación, anunciados en octubre, tendrá efecto inmediato y se extenderá hasta el 10 de noviembre de 2026. La medida es vista como el cumplimiento de uno de los principales acuerdos alcanzados entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, durante su reciente encuentro.
Trump había amenazado a Pekín con “aranceles masivos” si no se levantaban estas restricciones.
Las tierras raras son un conjunto de 17 elementos químicos cruciales para la fabricación de productos de alta tecnología como semiconductores, vehículos eléctricos, turbinas eólicas y misiles. China domina más del 90% de su procesamiento a nivel mundial, lo que le otorga una poderosa herramienta de presión geopolítica. La imposición de controles en abril y su ampliación en octubre generó una crisis en las cadenas de suministro, provocando escasez y retrasos en industrias clave. La suspensión de estas medidas se suma a otras señales de distensión, como la pausa en aranceles adicionales sobre importaciones estadounidenses y la retirada de sanciones a ciertas entidades de EE.
UU.
Este alivio temporal busca estabilizar la relación económica entre las dos mayores potencias del mundo, aunque analistas advierten que la paz comercial sigue siendo frágil.
En resumenLa suspensión de los controles a la exportación de tierras raras por parte de China marca un punto de inflexión en la guerra comercial con Estados Unidos, ofreciendo un respiro a las industrias tecnológicas y automotrices globales. Aunque la medida es temporal, representa un gesto de cooperación pragmática que podría estabilizar las cadenas de suministro y reducir las tensiones geopolíticas a corto plazo.