Tesla ha implementado un cambio estratégico en Estados Unidos, pasando de la venta directa a la renta de sus vehículos para dar salida a un exceso de inventario acumulado. Esta medida surge tras la finalización del crédito fiscal federal de 7,500 dólares, que provocó una caída en la demanda de autos eléctricos. El nuevo programa, disponible inicialmente en el sur de California, permite alquilar vehículos Tesla por periodos de tres a siete días, con precios que inician en 60 dólares diarios. La iniciativa busca no solo reducir el inventario, sino también ofrecer una experiencia inmersiva a potenciales compradores, ya que cada renta incluye el uso gratuito de la red de Superchargers y acceso al sistema de conducción autónoma Full Self-Driving. Para incentivar la compra, Tesla ofrece un crédito de hasta 250 dólares a quienes adquieran un vehículo dentro de los siete días posteriores al alquiler. Esta maniobra contrasta con la decisión de Hertz, que recientemente vendió parte de su flota de Teslas debido a la fuerte depreciación de los modelos, agravada por los continuos recortes de precios de la propia Tesla.
Analistas consideran esta táctica como una solución a corto plazo para mantener los vehículos en circulación.
La situación se complica con la renuncia consecutiva de dos altos ejecutivos: Siddhant Awasthi, jefe del programa Cybertruck, y Emmanuel Lamacchia, director global del Model Y, lo que se suma a una serie de salidas de personal clave y genera preocupación sobre la estabilidad organizacional de la empresa.
En resumenLa nueva estrategia de alquiler de Tesla, junto a la salida de ejecutivos clave, evidencia los desafíos que enfrenta la compañía ante la caída de la demanda y la creciente competencia. Aunque la medida busca mitigar el exceso de inventario a corto plazo, también refleja una presión sobre su modelo de negocio tradicional y una creciente inestabilidad en su liderazgo.